Mi primer post es sobre Roma, la Ciudad Eterna, como no podía ser de otra manera.
He estado al menos diez veces (no sé si las monedas que tiré a la Fontana de Trevi tendrían algo que ver) porque tal y como dice Ugo Magri:
Al principio, Roma te aturde; luego, te subyuga.
Y así fue mi experiencia, la primera vez que la ví, supe que quería vivir allí, y unos años más tarde mi sueño se hizo realidad por unos meses.
Os cuento los que para mí son los mejores miradores de Roma y un modo distinto de poder admirar la ciudad, todos ellos gratuitos y la mayoría de fácil acceso y bien comunicados desde el centro de la ciudad.
La Terraza de las Cuádrigas
En el Vittoriano, el Altar de la Patria, monumento conocido como la “máquina de escribir” o “la tarta” levantado en honor a Victor Manuel II, el primer rey de Italia; tras la unificación. Es posible subir a su terraza a disfrutar de la panorámica; la vista abarca monumentos como el Coliseo, los Foros Imperiales, el Teatro di Marcello o la Columna de Trajano.
También hay dos ascensores llamados “Roma dal cielo” para acceder al punto más alto, pero en este caso sí son de pago y la entrada cuesta 7€; (aquí tenéis la información de horarios y precios) personalmente no lo recomendaría salvo que no tengas tiempo para visitar otro punto panorámico de la ciudad.
Roma panorámica desde sus colinas y montes:
Monte Capitolino o Campidoglio
La colina donde se fundó Roma, desde la terraza, situada en la parte trasera de la plaza, se tiene la mejor visión de los Foros, el Coliseo y los restos del Palatino. En mi opinión por la noche, con el Foro iluminado; adquiere una atmósfera especial.
Aventino
Atravesando la empinada cuesta de la calle Clivo di Rocca Savella, a pocos metros del Lungotevere Aventino y la Bocca della Verità se llega al Parque Savello, también conocido como el Giardino degli Aranci por los múltiples árboles frutales de su interior. Está situado en el monte Aventino, la colina de la poesía. Es la panorámica ideal para divisar la Isola Tiberina, el Trastevere, la cúpula de San Pedro o el Monumento a Vittorio Emmanuele. Además en esta misma zona se encuentra uno de los «secretos» de Roma que os desvelaré en otro post. La parada de metro más cercana es Circo Massimo.
Giardino degli Aranci
Pinciana
El mirador de Pincio sobre la Piazza del Popolo, sin duda es una de las mejores vistas de la Basílica de San Pedro y Via Cola di Rienzo, desde aquí se puede acceder al parque más popular de la ciudad, Villa Borghese.
Mirador de Pincio
Continuando por el Viale Gabrielle D’Annunzio y Viale Trinità Dei Monti se llega a la Iglesia que le da el nombre, a lo alto de la escalinata de Piazza di Spagna; desde donde se admira la bonita Fontana della Barcaccia de Bernini y la Via Condotti, la calle comercial más cara y elegante de Roma, que se abre frente a las escaleras.
Gianicolo
Panorámica desde el Gianicolo
Un panorama de postal desde lo alto de Roma. Aunque nunca perteneció a las 7 colinas históricas de la ciudad es considerada como la octava, que se eleva sobre el pintoresco barrio del Trastevere. Es uno de los lugares preferidos para los más románticos, sobre todo al atardecer y por la noche se llena de parejas. Además de la panorámica desde la terraza custodiada por la plaza con el monumento a Giuseppe Garibaldi que tiene una de las vistas más generales del centro de Roma rodeada por el río Tiber, se puede pasear por el jardín hasta el Faro Manfredi, un regalo de los italianos que imigraron a Argentina.
Piazzale Giuseppe Garibaldi
Para llegar hay dos alternativas, desde el lado del Vaticano por una calle que desemboca en la Piazza della Rovere o con el autobús 870 o bien desde el Trastevere a pie o con el autobús 115.
Faro Manfredi Vista de San Pedro desde el Gianicolo
Mirador de Lo Zodiaco
Monte Mario con sus 139 metros es la colina más alta, pero tampoco forma parte de las colinas de la Antigua Roma. En este caso es difícil acceder a su cima si no es con el coche. Este mirador se conoce también como “Vialetto degli Inammorati” (avenida de los enamorados) tiene vistas del río, del centro histórico y los alrededores del Estadio Olímpico, llegando a divisarse en los días más despejados los Castelli Romani, pequeños municipios al sureste de Roma.
Para los que quieran disfrutar de una velada con las mejores vistas en lo alto hay un restaurante, pero todo tiene un precio y en este caso elevado.
Hay tantas Romas como queramos. - Enric González
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